¡Estoy harta de las personas! Ya no sé
si quiero seguir introduciéndolas en mi vida, porque cada nueva
amistad, se transforma en una nueva traición, una nueva decepción,
una crítica hacia mi persona que lo único que me genera es angustia
y falta de confianza. No quiero andar más por ahí sintiendo que no
valgo nada, que estoy rodeada de gente a la que no le importo.
Cansada de intentar averiguar lo que pueden pensar, cuando me paso
diciendo que no me importa lo que los demás piensan y en realidad
parece ser lo que más daño me causa.
No sé por dónde empezar a confiar en
mí, ¿Por qué debería sentirme linda con mi cuerpo, si en todos
lados me demuestran que mis piernas son horribles? Por ejemplo.
En este mundo donde constantemente te
dicen como tenés que ser para poder lograr aquello que todos
queremos, aquello que te deja dentro o fuera de la sociedad, aceptada
o rechazada, las personas que no se sienten así sufren, y lo hacen
seguido. Al final del día terminan mirando hacia atrás y observan
los momentos en los que no fueron ellos mismos por miedo a lo que los
otros opinaran, o no se atrevieron a mirar a alguien a los ojos. Ya
no quiero ser así, no me quiero sentir más de esta manera! Debo
confiar más en mí, todos los días me lo digo pero no sé por dónde
comenzar, ¿qué me podrá generar más confianza, cuando una vez que
las cosas parecen estar bien algo te demuestra que tenés que abrir
los ojos?
No es mi culpa, yo no soy la que oculta
lo que opina de sus amigas. Pero me afecta de todas maneras saber que
esas personas que solías considerar como amigas, te fallan, te
mienten o peor ni siquiera les importás. Al diablo con esas
personas, cada una de ellas puede irse a su mundo superficial y
narcisista, donde creen que son perfectas y piensan solo en ellas
mismas. En sus sentimientos, sus problemas, sus estupideces y no les
importan lo que otros puedan sentir, o aquello que puede causar lo
que dicen. MIERDA PARA ELLOS.
Otro tema que detesto. La obsesión
con el “Ay estoy gorda” ¡POR FAVOR! En su maldita vida supieron
lo que es ser GORDA, lo que es que te critiquen por eso, o te
consideren la gorda tímida pelotuda. No saben lo que es estar
completamente sola durante gran parte de tu infancia, tener recuerdos
imborrables que a tus 15 años todavía recordás con claridad. Que
aunque adelgaces y te veas más delgada, te sigas sintiendo
desconfiada, insegura, desconforme contigo misma. No parte en eso la
confianza. Por eso son superficiales, porque no se dan cuenta de que
mientras dicen me siento gorda tienen al lado a una persona que
realmente sabe lo que es y está escuchando cada una de sus estúpidas
palabras y pensando “como desearía que te fueras a la mierda, en
este momento”.
Me gustaría encontrar a esa persona
que realmente pueda aceptarme como soy, física y personalmente.
Conocer mis defectos e ignorarlos y en cambio valorar más mis
virtudes, lo que más se destaca en una amistad. Valorar aquello que
tenemos en común, la forma en la que siempre la escucho cuando me
necesita, mis chistes, mis anécdotas, las veces que la hice reír,
las veces que estuve ahí mientras lloraba, los momentos en los que
podíamos hacer lo que sentíamos, expresarnos, con la sensación de
que nadie nos estaba mirando. Los abrazos espontáneos, las
madrugadas compartidas, los cuartos desordenados, el olor a pata, los
eructos. Cada mínima cosa que la sociedad oprime pierde importancia
cuando sentís que tus amigas te aceptan como sos. Y perder,
desconfiar de ese sentimiento hace que todo vuelva a ser como antes…
Lo especial se torna típico y los momentos de falsedad en otro mal
recuerdo.
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