10 enero, 2016

Hoy fue un día de mirada en retrospectiva.

Me puse a leer mis diarios del 2005 al 2009, prácticamente toda la pre-adolescencia que no está registrada en este blog, y llegué a la conclusión de que pasé por muchos conflictos como para dudar de mi misma a esta altura. Si pude pasar por gente que me hizo sentir que no valía nada y sigo viva, entonces puedo enfrentar lo que sea. No va a haber algo peor que eso, no hay cosa peor que sentir que uno no vale nada. Y nunca más me van a hacer sentir así, porque ahora crecí y sé que valgo. Y sé que nadie tiene que decírmelo para saberlo yo misma.
Me doy cuenta de que ya no hay más dramas en mi vida. Socialmente hablando, estoy en buenos términos con todos, no tengo enemigos ni malentendidos que me quiten el sueño. Después de años complicados en ese aspecto, es un alivio estar en esta posición. Y es algo que pienso mantener. No voy a dejar que hayan malentendidos, si algo me preocupa lo voy a hablar porque esa es la única manera de solucionar los problemas. Finalmente tengo amigos que me demostraron que están ahí para mí y es algo que valoro.
En este momento estoy en un momento personal complicado y ellos lo saben. Aún así, me mostraron su apoyo. Tal vez no saben cómo ayudarme pero no espero que hagan algo específico, me basta con que me escuchen sin juzgarme, y hasta ahora lo han hecho.
Al mismo tiempo, no tengo lugar para dramas sociales. Si el día de mañana alguien se pone complicado, no le voy a dar vueltas. Se lo voy a preguntar y si es personal, puede irse por donde vino. A esta altura de mi vida, quien quiera ser parte de ella bien y quien no bien también. No voy a rogarle nada a nadie. Por eso cuando alguien no me habla en mucho tiempo y yo fui la última en mostrar interés por reunirnos, lo dejo en sus manos. Hay que saber cuando apartarse. Si hay interés, va a haber comunicación. Así funcionamos los seres humanos.

Si bien fue toda una mezcla de emociones leer mis escritos, me siento mejor porque me doy cuenta que, a pesar de todo, estoy en un buen lugar. Las cosas que creí no podría enfrentar, las enfrenté. No tengo razones para pensar que no voy a poder enfrentar las cosas de ahora en más. Puedo hacerlo. Voy a hacerlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario