20 febrero, 2015

our house = ourselves

No somos nosotros mismos cuando nos vestimos formalmente para recibir visitas. Somos nosotros mismos cuando estamos en pijama, con un pantalón roto y una remera vieja. El pelo desprolijo atado en un moño.

Nuestra casa no es nuestra casa cuando es meticulosamente limpiada y ordenada. Nuestra casa tiene polvo, tiene montones de ropa en sillas, toallas mojadas, vasos sucios, almohadones desordenados. Nuestra casa es nuestra casa cuando se nota que vivimos en ella.

Las visitas alteran el desorden natural de las cosas. Nos obligan a crear un orden aparente, irreal, una fachada. Mamá no habla igual que siempre. Papá se tiene que poner una remera. Hayley se siente incómoda. La hermana se queda callada. 
Por eso no me gusta tener visitas. Porque me acostumbré a vivir en este desorden equilibrado que es mi casa y no me gusta que sea perturbado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario